NO ES UN IMPUESTO PARA RICOS.
20.000 extremeños lo pagan cada año de media.

PENALIZA A LAS CLASES MEDIAS.
Penaliza a los ahorradores, a la empresa familiar, a los agricultores y ganaderos, a los autónomos y a todos los extremeños que no quieren que el fruto de su esfuerzo se lleve una mordida injustificada.

ES OBLIGATORIO ABONARLO ANTES DE RECIBIR UNA HERENCIA.
Si no tienes ese dinero para hacer frente al impuesto, no podrás disfrutarla.

800 EXTREMEÑOS RENUNCIARON A SU HERENCIA EL ÚLTIMO AÑO.
No pudieron hacer frente al coste que impone la Junta a sus herencias.

ES UN IMPUESTO CLARAMENTE CONFISCATORIO.
Hace pagar de nuevo por los bienes de familiares que han tributado en vida.
Los bienes por lo que se paga este impuesto ya han estado sujetos a tributación a lo largo de la vida (IRPF, IBI, tasas…)

ESTAMOS DISCRIMINADOS CLARAMENTE FRENTE AL RESTO DE CC.AA.
Es una reliquia fiscal que se mantiene de forma sangrante sólo en algunas comunidades autónomas como Extremadura.

PROVOCA DESLOCALIZACIÓN FISCAL.
Sólo en Madrid hay 5.000 extremeños empadronados para eludir el impuesto.